El asma es una enfermedad inflamatoria y crónica de las vías respiratorias, condicionada en parte por factores genéticos, que cursa con hiperrespuesta bronquial y una obstrucción variable al flujo aéreo, total o parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente. Afecta a personas de todas las edades, culturas y localizaciones geográficas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 300 millones de personas sufren asma en todo el mundo y se calcula que en 2025 esta cifra se verá incrementada en 100 millones.(1)
En España, alrededor de tres millones de personas sufren asma, donde causa más de mil muertes al año, un 80 por ciento de ellas en mujeres.
La prevalencia es de un 4,7 %, aunque difiere geográficamente, y ha aumentado en los últimos años y se estima que el 10% de niños y adolescentes españoles la padecen.(2)
Más de la mitad de los pacientes no tienen su enfermedad bien controlada; un 4 por ciento en el caso de asma grave.(3)
Un mal control implica más agudizaciones, mayor consumo de fármacos, mayor absentismo laboral, peor calidad de vida y un aumento de la utilización de recursos sanitarios. Las agudizaciones son frecuentes en estos pacientes, incluso en los poco sintomáticos.(4)
Aunque el asma sea una enfermedad conocida desde la Antigüedad, en el inicio del siglo XXI continúa siendo un desafío para médicos e investigadores.
Actualmente, el asma es una de las enfermedades pulmonares crónicas más frecuentes en las consultas de atención primaria, constituyendo una importante causa de morbimortalidad.(5)
El asma causa situaciones recurrentes de sibilancias (silbidos en el pecho), falta de aire, opresión torácica y tos, sobre todo por la noche o a por la mañana temprano. En el asma, las vías aéreas crónicamente inflamadas son hiperreactivas. Se obstruyen, limitando el flujo aéreo (por la broncoconstricción, por los tapones de secreciones mucosas y por la inflamación aumentada) cuando son expuestas a varios factores desencadenantes.
Los factores desencadenantes habituales incluyen la exposición a alérgenos, tales como ácaros domésticos (en la ropa de cama, alfombras y tapetes), animales con pelo, infecciones respiratorias, ejercicio, emociones fuertes, irritantes químicos y medicamentos (tales como aspirina y betabloqueantes).
Algunas personas tienen predisposición genética a padecer asma. En otras, el asma puede deberse a factores ambientales.
Entre los factores de riesgo están los antecedentes de asma en familiares directos, la obesidad, la predisposición a padecer alergias (atopía, rinitis o conjuntivitis alérgicas) o la exposición a productos químicos o sustancias irritantes respiratorias en el ámbito laboral. La contaminación del aire también es un factor de riesgo.(3)
No todas las personas con asma tienen todos los síntomas a la vez. Pueden pasar largas temporadas sin silbidos de pecho o bien la única manifestación del asma es una tos seca y persistente que, a veces, aparece sólo por la noche y otras veces tras el ejercicio físico.
Las crisis de asma (o exacerbaciones) son esporádicas, pero la inflamación de las vías aéreas es crónica.
Si bien el asma no tiene cura, un tratamiento adecuado con medicamentos inhalados puede ayudar a controlar la enfermedad y facilitar que las personas asmáticas lleven una vida normal y activa. Para muchos enfermos, la medicación debe ser administrada diariamente con la finalidad de controlar los síntomas, mejorar la función pulmonar y prevenir las crisis.(6)
Referencias
1- Comunidad de Madrid- Servicios e Información. Disponible en: https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/asma
2- Marina N., Gáldiz JB. Pharmaeconomics in asthma. Arch Bronconeumol. 2016;52:181–182.
3- Federación Española de Asociaciones de pacientes alérgicos y con Enfermedades Respiratorias, FENAER. Disponible en: https://fenaer.es/asma/
4- Chotirmall SH. The cost of asthma control. Respirology 2017; 22 (3):414-5.
5- Molina J, Mascarós E, Ocaña D, Simonet P, Campo C. Healthcare resources for asthma management at primary care level: Asthmabarometer Project. Aten Primaria. 2020; 52(4):258-266.
6- Organización Mundial de la Salud. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/asthma
7- GINA 2023. Global Strategy for Asthma Management and prevention, 2023.(Update May 2023). Disponible en: https://ginasthma.org/2023-gina-main-report/. Acceso: 11/23.
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